28 de mayo de 2010

Caroline Mccann comparte su experiencia como voluntaria

“¡Dale, empezás el lunes entonces! El horario es de 9 a 17:30 de lunes a viernes” dijo mi nueva supervisora.

“¡OK!” respondí yo. En mi voluntariado en Argentina esperaba encontrar un puesto de tiempo completo.

“Ah, y también tenemos las charlas con voluntarios cada sábado a las 10:00. ¿Y, sabés qué? Sería bueno si también podés asistir a la charla pre-brigada este domingo por la tarde” añadió.

‘¡Uf!’ pensé. Tiempo completo es una cosa… ¿pero los fines de semana también? ¿Mis sagrados fines de semana? Así que respondí, “¡Claro! ¡Allí estaré!” con una sonrisa. Bueno, no me quería despertar a las 8:00 cada sábado pero recién llegaba a Buenos Aires y, para ser honesta, ¡no tenía nada más que hacer! Estaba completamente preparada para llevar adelante este compromiso importante como lo es la causa de la vivienda digna en Argentina en conjunto con HPHA.

Y así fue como empecé mis 6 meses y medio de voluntariado con HPHA… lista para ayudar y aportar tanto como podía.

Aunque mi puesto principal fue “Asistente del programa de voluntarios”, también tuve la suerte de participar en varios otros eventos en el campo durante mi tiempo de voluntariado. Uno de los más impactantes fue una brigada de Aldea Global con un grupo de voluntarios de Gran Bretaña. Como parte de la organización, tuve que asumir una responsabilidad significativa como líder del grupo de voluntarios extranjeros. A mi me encantó ese desafío y junto con un grupo de 13 voluntarios entramos en el asentamiento “22 de enero” de La Matanza, provincia de Buenos Aires. La meta era realizar mejoras progresivas en las casas de familias destinatarias de HPHA. Gracias a la flexibilidad y bondad de todos los involucrados, no sólo logramos construir las mejoras sino que también creamos grandes vínculos personales entre los voluntarios y las familias. Para mí, eso fue la mejor parte, así como la más impactante. Desde allí pude ver la importancia de mi puesto: encontrar voluntarios (locales e internacionales) que pudieran apreciar no sólo el impacto tangible sino también el impacto a nivel humano.

Desde el primer día comprendí que realmente tenía la oportunidad de lograr un gran impacto y que podía asumir mucha responsabilidad en mi puesto. Para mí, eso fue muy importante. Si voy a estar a 8.500 kilómetros de mi casa en Nueva Jersey, quiero saber que el trabajo que hago es una parte importante de la misión de Hábitat para la Humanidad Argentina. Noto ese tipo de compromiso en toda la organización: existe una dedicación contagiosa hacia la meta de “un mundo donde todos viven en un lugar digno”. Poder ver el esfuerzo de los empleados de HPHA en la oficina fue impresionante y me motivó muchísimo. Mientras tanto, en las charlas con los futuros voluntarios de HPHA, podía ver que nuestro entusiasmo también los contagiaba y alentaba a ellos a aportar lo que pudieran.

Así, mi tiempo de voluntariado con HPHA fue una gran experiencia. Aprendí de las familias, los empleados y los otros voluntarios de HPHA. Aprendí exactamente que quiere decir la consigna de HPHA. Lo que hace HPHA y lo que hice yo aquí realmente es mucho más que casas….

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande Caroline
sigan escribiendo los demas
saludos para todos
juan

Anónimo dijo...

hola mi nombre es maria y tambien me gustaria ayudarlos con mi tiempo ya que plata para hacerlo no tengo pero ganas de ayudar si mi correo es mariaricapa@live.com.ar chau y muchas gracias besos y abrazos