27 de febrero de 2009

Tienda Hábitat en La Matanza


*Por Karen Urdaniz, voluntaria del equipo de Comunicaciones de HPHA.

La Oficina de Buenos Aires llevó a cabo, el pasado sábado 17 de Enero, un emprendimiento que da sus primeros pasos en Argentina: “La Tienda Hábitat”. De la misma participaron voluntarios, trabajadores de HPHA y los vecinos del asentamiento 22 de enero del partido de la Matanza. El nombre del evento es indicio de su objetivo, como expresa un pasaje bíblico en el libro de Isaías capítulo 54: “Ensancha el lugar de tu tienda, extiende las cortinas de tus moradas, no escatimes; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas”. La misma palabra “tienda” hace referencia a la expansión, extensión y en ella se reflejan los propósitos de la actividad, en tanto que se intenta fortalecer y ampliar los lazos con la comunidad, como así también dar a conocer los distintos programas que HPHA genera en función de una mejor calidad de vida para las familias que no poseen una vivienda adecuada.

La tienda comenzó con una charla sobre el proyecto de Mejoras Progresivas que se está llevando a cabo en el barrio. En ésta, se explicó a los vecinos la posibilidad de ser receptores de créditos con un máximo estimado en $4000 pesos, para refaccionar, reparar o corregir su propiedad. Cada familia receptora es responsable del manejo de los fondos que recibe, por lo que se las orientó a maximizar el rendimiento del préstamo buscando presupuestos de distintos proveedores, sin perder de vista la relación precio-calidad y también se les aconsejo trabajar en conjunto como comunidad. El testimonio de Humberto, uno de los primeros en quedar seleccionado para el proyecto de mejoras, fue clave para los participantes. En referencia a esta propuesta Analía Bachor, Responsable de Promoción Comunitaria, destacó: "El solo hecho de hacer nuestras casas no nos va a hacer vivir mejor, va a ayudar. Hay que hacer mucho más que casas, hay que buscar hacer comunidad".

Acompañando la dinámica y el lineamiento de la enseñanza de los adultos se dictó el taller de Ladrillitos para los más chiquitos. Mientras varias de las familias que participaron de la charla tuvieron la oportunidad de guiar hasta sus hogares a los arquitectos voluntarios, quienes proporcionaron asesoramiento sobre cuestiones técnicas de cada una de las viviendas y algunas recomendaciones para evitar accidentes. Las casas contaban con construcciones precarias, que ponen en riesgo la vida de quienes las habitan, a tal punto que uno de los arquitectos le advirtió a la familia de Edith: “El baño es inseguro, ya que en este momento bañarse en él es como hacerlo en una silla eléctrica”. Otro caso fue el de Elba, quien también necesita solucionar con urgencia las condiciones de sus paredes y las instalaciones sanitarias, como prioritario. En la evaluación de la actividad Andrés Maidana Legal, Responsable de Soluciones Habitacionales, comentó: “Tratamos de dejarles toda la información posible para que puedan hacer cosas que luego no tengan que tirar”.

Llegó el mediodía con empanadas, sopa paraguaya y mini pizzas, producción del micro emprendimiento “Sol de Pan”. En el mismo trabajan cuatro familias que comenzaron hace un mes a cocinar con un elemento que proporciona otro sabor a las comidas y además, ahorra gastos: un horno solar que les prestó la ONG Microenergía. Viviana, una de las integrantes explicó: “pensamos seguir trabajando y creciendo, el proyecto es hacer una panadería”. Terminado el festín comenzó el Taller de Alfabetización Financiera en la sede de Fundación Concordía, organización que colabora con HPHA en la integración con el barrio. Cada familia completó una encuesta, de esta manera se obtuvieron elementos para conocerlas mejor. Algunos de los temas tratados fueron: cómo organizar la economía familiar, las formas de ahorro, beneficios y riesgos de un crédito, gastar e invertir, y gastos necesarios e innecesarios. Mientras, los más pequeños conocieron el proceso para plantar semillas, el cuidado y el riego que deben darles para que éstas crezcan y se conviertan en productos comestibles. Todos muy entusiasmados pusieron manos a la obra y llevaron su maseta a la casa, donde continuarán con los pasos aprendidos.

A lo largo del día los logros fueron muchos: desde conocer mejor las necesidades del barrio, brindar herramientas a más familias y fomentar la participación del barrio, hasta poder contactar a otras organizaciones de la zona que se acercaron, con las que se puede trabajar en conjunto. Gracias a este tipo de actividades, la gran familia de Hábitat para la Humanidad Argentina tiene la posibilidad de seguir creciendo.

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