Con el 2008 terminando, frente a un panorama de inestabilidad económica y con la palabra “crisis” que ha pasado a ser moneda corriente, en Hábitat para la Humanidad Argentina sabemos que es de vital importancia continuar sumando más gente a nuestros programas. Por eso, durante estos últimos meses hemos realizado eventos y actividades que permitieron llegar no sólo a las familias destinatarias, sino también al resto de la comunidad.
A nivel nacional se realizó la Cena de Desarrollo de Recursos “Más que casas”, en la que más de 100 personas colaboraron de diferentes maneras; en Santa Fe tuvo lugar el evento “Cante y Construya”, en el que voluntarios de distintas provincias del país y distintos países del mundo se juntaron a construir, mientras que durante dos noches se realizaron recitales abiertos al público para que más gente pudiera conocer a la organización; y en Luján se realizó la “Tienda Hábitat” y se colaboró con la mejora de una canchita de fútbol comunitario: dos actividades que permitieron que los proyectos de HPHA llegaran a más gente de la comunidad.
Frente a las circunstancias sabemos que el desafío de aliviar el problema habitacional del país es cada vez más difícil. Sin embargo, no por ello bajamos los brazos, porque los cientos de personas que se suman a nuestra misión nos demuestran día a día que vamos por el buen camino…
Ana Cutts, Directora Nacional.
27 de noviembre de 2008
Cena 2008 “Más que casas”
Hábitat para la Humanidad Argentina (HPHA) realizó su Cena 2008 “Más que casas” el primero de octubre en el Marriott Plaza Hotel de Buenos Aires. La cena fue una de las principales acciones de desarrollo de recursos, así como un modo de compartir y celebrar nuestros logros y reconocer a todas las personas, empresas e instituciones que con esfuerzo, dedicación y compromiso colaboran con nuestra misión.
El Maestro de Ceremonia fue Mariano Peluffo, y muchos invitados de diferentes empresas y organizaciones asistieron el evento, que fue auspiciado por Banco Provincia Fuerza Solidaria.
La velada incluyó un cocktail de bienvenida, la presentación del nuevo video de HPHA y el juego “Hagamos más que casas”, en el que cada mesa se animó a convertirse en brigada para formar parte de una gran obra: la construcción de pequeñas casas mediante ladrillitos que un grupo de voluntarios vendía en cada mesa. Los invitados aprovecharon la oportunidad para poner su creatividad en juego y su fe en acción, y probaron que la imaginación no tiene límites cuando se trata de construir con amor y compromiso. A medida que se iban armando las casitas en las mesas, se proyectaba en una pantalla cómo poco a poco un edificio abandonado se transformaba en un nuevo y renovado hogar. El dinero recaudado fue destinado al proyecto “Reciclando Hogares Urbanos” que llevará a cabo la Oficina de Buenos Aires de HPHA.
Luego se realizó un reconocimiento a todas aquellas empresas que realizaron brigadas de construcción durante el año, mediante la entrega de un simbólico “ladrillo de oro”: Accenture, Citi, Ford, General Electric, IFC Argentina, Intel, Nortel, Novartis, Price Waterhouse Coopers y Sheraton Hotel Buenos Aires. Finalmente, la cena concluyó con un acto de acrobacia, que dio pie al baile final.
Sin dudas este evento no hubiera sido posible sin la participación de los invitados, ni la ayuda de voluntarios, donantes y auspiciantes. Una vez más, quedó claro que con el esfuerzo de todos se pueden lograr grandes cosas.
El Maestro de Ceremonia fue Mariano Peluffo, y muchos invitados de diferentes empresas y organizaciones asistieron el evento, que fue auspiciado por Banco Provincia Fuerza Solidaria.
La velada incluyó un cocktail de bienvenida, la presentación del nuevo video de HPHA y el juego “Hagamos más que casas”, en el que cada mesa se animó a convertirse en brigada para formar parte de una gran obra: la construcción de pequeñas casas mediante ladrillitos que un grupo de voluntarios vendía en cada mesa. Los invitados aprovecharon la oportunidad para poner su creatividad en juego y su fe en acción, y probaron que la imaginación no tiene límites cuando se trata de construir con amor y compromiso. A medida que se iban armando las casitas en las mesas, se proyectaba en una pantalla cómo poco a poco un edificio abandonado se transformaba en un nuevo y renovado hogar. El dinero recaudado fue destinado al proyecto “Reciclando Hogares Urbanos” que llevará a cabo la Oficina de Buenos Aires de HPHA.
Luego se realizó un reconocimiento a todas aquellas empresas que realizaron brigadas de construcción durante el año, mediante la entrega de un simbólico “ladrillo de oro”: Accenture, Citi, Ford, General Electric, IFC Argentina, Intel, Nortel, Novartis, Price Waterhouse Coopers y Sheraton Hotel Buenos Aires. Finalmente, la cena concluyó con un acto de acrobacia, que dio pie al baile final.
Sin dudas este evento no hubiera sido posible sin la participación de los invitados, ni la ayuda de voluntarios, donantes y auspiciantes. Una vez más, quedó claro que con el esfuerzo de todos se pueden lograr grandes cosas.
Cante y Construya
Entre el 17 y 23 de noviembre se realizó en las ciudades de Recreo y Santa Fe “Cante y Construya”, un evento que combinó la construcción de viviendas con música en vivo. Más de 50 voluntarios locales nacionales e internacionales construyeron en la obra de Recreo junto a las familias destinatarias. Durante el día trabajaron arduamente desafiando el calor santafesino, y al mediodía y a la tarde, familias y voluntarios compartieron cantos, guitarreadas y bailes. Como cierre se realizó un recital en el Teatro Luz y Fuerza en la Ciudad de Santa Fe.
El eje de este evento especial estuvo centrado en expresar la alegría de ser voluntario y de ayudar al prójimo a través del canto y de la música. Cada jornada de trabajo comenzó a las 9:00 con un devocional y un recordatorio de las medidas de seguridad. A las 12 se combinaba el almuerzo con cantos y bailes, y a las 16:30 se terminaba el día de trabajo con más música,cantos y bailes. Entre los distintos actos se destacaron un “hula-hula” hawaiano que enseñó una voluntaria de San Jose, EEUU, los bailes de cumbia santafesina que le mostraron las familias locales a los visitantes, y las canciones de Vienna Teng, una brigadista cantante y compositora profesional de Nueva York.
Proveedores, donantes y asociaciones quisieron participar a su manera: el Programa de Hábitat para la Humanidad Internacional de Aldea Global, San Cristóbal, Casa Martín, Puig y Compañía, Agua Pura, Basani, Hotel Zavaleta, Servicios Integrales y la Iglesia Bautista Nordeste lograron que “Cante y Construya” fuera posible gracias a sus generosas colaboraciones.
El lunes fue el primer recital al aire libre, en la Plaza San Martín en el centro de Recreo. Dos grupos de baile folklóricos de Recreo, un grupo de folklore de Santo Tomé, un grupo de bossa nova de la Iglesia Nordeste, una folklorista, la brigadista cantante con su piano, y el grupo “Los del Camino” fueron parte del show, que se extendió por dos horas. Asistieron el intendente de Recreo y todo el gabinete municipal. Carina Valli, en nombre del concejo municipal, hizo entrega del decreto por el que se declara a “Cante y Construya” de interés municipal.
El jueves los voluntarios fueron invitados a las casas de las distintas familias destinatarias a cenar. Cada familia pudo lucir orgullosamente su casa nueva y agasajar a sus invitados con comida casera. Todos tuvieron la oportunidad de compartir un momento íntimo de intercambio.
El sábado a la tarde, los niños de las familias participaron del taller “Ladrillitos” y se hicieron presentes con una pequeña obra actuada que mostraron a todos los participantes. Al finalizar la jornada, los chicos repartieron a cada voluntario un cuaderno de notas para pegar en la heladera, realizado con “manitos” de goma eva decoradas por ellos mismos para que todos recordaran su lema: “Nosotros también podemos dar una mano”.
A la noche se realizó el gran cierre del evento en el teatro Luz y Fuerza de la Ciudad de Santa Fe. Participaron del show el ballet folklórico “Grupo Yapeyú” y Agrupación “El Prado”, el grupo “Vocal Santafesino” y “Alta Tensión”. Para finalizar la noche el grupo folklórico “Los del Camino” tocó unas chacareras junto a Vienna Teng, la brigadista estadounidense que aprendió las canciones en español especialmente para el evento.
Por último, el domingo al mediodía se cerró la construcción con una choripaneada para todos los asistentes. Después de una semana de trabajo intenso todos los brigadistas pudieron saborear la satisfacción de haber cumplido el objetivo: se terminaron dos viviendas completas. De todas maneras, quedó claro que “Cante y Construya” fue “más que casas”.
El eje de este evento especial estuvo centrado en expresar la alegría de ser voluntario y de ayudar al prójimo a través del canto y de la música. Cada jornada de trabajo comenzó a las 9:00 con un devocional y un recordatorio de las medidas de seguridad. A las 12 se combinaba el almuerzo con cantos y bailes, y a las 16:30 se terminaba el día de trabajo con más música,cantos y bailes. Entre los distintos actos se destacaron un “hula-hula” hawaiano que enseñó una voluntaria de San Jose, EEUU, los bailes de cumbia santafesina que le mostraron las familias locales a los visitantes, y las canciones de Vienna Teng, una brigadista cantante y compositora profesional de Nueva York.
Proveedores, donantes y asociaciones quisieron participar a su manera: el Programa de Hábitat para la Humanidad Internacional de Aldea Global, San Cristóbal, Casa Martín, Puig y Compañía, Agua Pura, Basani, Hotel Zavaleta, Servicios Integrales y la Iglesia Bautista Nordeste lograron que “Cante y Construya” fuera posible gracias a sus generosas colaboraciones.
El lunes fue el primer recital al aire libre, en la Plaza San Martín en el centro de Recreo. Dos grupos de baile folklóricos de Recreo, un grupo de folklore de Santo Tomé, un grupo de bossa nova de la Iglesia Nordeste, una folklorista, la brigadista cantante con su piano, y el grupo “Los del Camino” fueron parte del show, que se extendió por dos horas. Asistieron el intendente de Recreo y todo el gabinete municipal. Carina Valli, en nombre del concejo municipal, hizo entrega del decreto por el que se declara a “Cante y Construya” de interés municipal.
El jueves los voluntarios fueron invitados a las casas de las distintas familias destinatarias a cenar. Cada familia pudo lucir orgullosamente su casa nueva y agasajar a sus invitados con comida casera. Todos tuvieron la oportunidad de compartir un momento íntimo de intercambio.
El sábado a la tarde, los niños de las familias participaron del taller “Ladrillitos” y se hicieron presentes con una pequeña obra actuada que mostraron a todos los participantes. Al finalizar la jornada, los chicos repartieron a cada voluntario un cuaderno de notas para pegar en la heladera, realizado con “manitos” de goma eva decoradas por ellos mismos para que todos recordaran su lema: “Nosotros también podemos dar una mano”.
A la noche se realizó el gran cierre del evento en el teatro Luz y Fuerza de la Ciudad de Santa Fe. Participaron del show el ballet folklórico “Grupo Yapeyú” y Agrupación “El Prado”, el grupo “Vocal Santafesino” y “Alta Tensión”. Para finalizar la noche el grupo folklórico “Los del Camino” tocó unas chacareras junto a Vienna Teng, la brigadista estadounidense que aprendió las canciones en español especialmente para el evento.
Por último, el domingo al mediodía se cerró la construcción con una choripaneada para todos los asistentes. Después de una semana de trabajo intenso todos los brigadistas pudieron saborear la satisfacción de haber cumplido el objetivo: se terminaron dos viviendas completas. De todas maneras, quedó claro que “Cante y Construya” fue “más que casas”.
Construyendo desarrollo comunitario
El 4 de octubre Hábitat para la Humanidad Argentina (HPHA) organizó una brigada en Luján con el grupo de jóvenes de la Iglesia Presbiteriana San Andrés de Olivos. Esta brigada contó con un condimento muy especial: no sólo se continuó con la construcción de casas en el sitio, sino que también se colaboró en la mejora de una cancha de fútbol que utiliza “El Trébol”, la escuelita de fútbol del barrio.
La iniciativa surgió por la necesidad de realizar proyectos de desarrollo comunitario, incorporar a más personas en el trabajo de HPHA, y poder llegar de alguna manera a toda la comunidad local.
Los jóvenes de la Iglesia se dividieron en dos brigadas: una se dedicó a la construcción de viviendas y la otra fue a ayudar en la canchita de fútbol. Allí se lijaron y pintaron arcos y bancos, se marcaron los límites del campo de juego con cal, y se instaló una red de alambre alrededor. “Uno siempre busca ayudar, pero nunca se me había ocurrido en este aspecto, venir y poner las manos a trabajar… ¡y que los chicos puedan tener una cancha que para ellos sea tan importante!” dijo Jennifer Moeller, una de las brigadistas.
Al finalizar la jornada, el calor y cansancio no impidieron que algunos brigadistas y los hijos de una coordinadora de la Iglesia jugaran al fútbol con los chicos de “El Trébol” que se encontraban en la cancha, pudiendo estrenar los arcos recién pintados.
La canchita de fútbol es el lugar donde más de 100 niños de bajos recursos del barrio y alrededores se reúnen a jugar cuatro veces a la semana. Quien dirige el emprendimiento es Juan Giovanetone, perteneciente a una de las familias destinatarias del programa de “Mejoras Progresivas” de HPHA. Juan lleva adelante esta actividad hace más de 14 años. Siete años atrás pudo conseguir donado un terreno en desuso de la Municipalidad, que con la ayuda de varios de los padres de los niños, amigos y vecinos logró poner en condiciones para armar la canchita.
Uno de los hijos de Juan juega en el club Ferrocarril Oeste, y los fines de semana asiste a su padre en el entrenamiento de los chicos. Asimismo, una vez que los jóvenes crecen y dejan de contar con la edad para jugar en las distintas categorías, en su mayoría continúan apoyando la actividad, enseñándoles a los más chicos a partir de su experiencia.
Sorpresivamente para muchos, Juan no es hincha de ningún club de fútbol de primera categoría, pero la explicación que da resulta más que convincente: “En el fútbol profesional se juega por plata, acá el juego es una excusa para sacar a los chicos de la calle y poder aprender todos juntos lo que es el compromiso y el trabajo en equipo”.
La iniciativa surgió por la necesidad de realizar proyectos de desarrollo comunitario, incorporar a más personas en el trabajo de HPHA, y poder llegar de alguna manera a toda la comunidad local.
Los jóvenes de la Iglesia se dividieron en dos brigadas: una se dedicó a la construcción de viviendas y la otra fue a ayudar en la canchita de fútbol. Allí se lijaron y pintaron arcos y bancos, se marcaron los límites del campo de juego con cal, y se instaló una red de alambre alrededor. “Uno siempre busca ayudar, pero nunca se me había ocurrido en este aspecto, venir y poner las manos a trabajar… ¡y que los chicos puedan tener una cancha que para ellos sea tan importante!” dijo Jennifer Moeller, una de las brigadistas.
Al finalizar la jornada, el calor y cansancio no impidieron que algunos brigadistas y los hijos de una coordinadora de la Iglesia jugaran al fútbol con los chicos de “El Trébol” que se encontraban en la cancha, pudiendo estrenar los arcos recién pintados.
La canchita de fútbol es el lugar donde más de 100 niños de bajos recursos del barrio y alrededores se reúnen a jugar cuatro veces a la semana. Quien dirige el emprendimiento es Juan Giovanetone, perteneciente a una de las familias destinatarias del programa de “Mejoras Progresivas” de HPHA. Juan lleva adelante esta actividad hace más de 14 años. Siete años atrás pudo conseguir donado un terreno en desuso de la Municipalidad, que con la ayuda de varios de los padres de los niños, amigos y vecinos logró poner en condiciones para armar la canchita.
Uno de los hijos de Juan juega en el club Ferrocarril Oeste, y los fines de semana asiste a su padre en el entrenamiento de los chicos. Asimismo, una vez que los jóvenes crecen y dejan de contar con la edad para jugar en las distintas categorías, en su mayoría continúan apoyando la actividad, enseñándoles a los más chicos a partir de su experiencia.
Sorpresivamente para muchos, Juan no es hincha de ningún club de fútbol de primera categoría, pero la explicación que da resulta más que convincente: “En el fútbol profesional se juega por plata, acá el juego es una excusa para sacar a los chicos de la calle y poder aprender todos juntos lo que es el compromiso y el trabajo en equipo”.
Tienda Hábitat en Luján: asesoramiento técnico y legal a la comunidad
El 8 de noviembre se realizó en el barrio Los Gallitos de Luján la “Tienda Hábitat”, una jornada de actividades con talleres, asesoramiento y lugar para las consultas específicas relacionadas a problemas y soluciones habitacionales, que estuvo abierta a toda la comunidad.
El objetivo fue poder compartir el programa de Hábitat para la Humanidad Argentina con el resto de la comunidad y, con la ayuda de especialistas voluntarios, poder brindar asesoramiento técnico y legal. Participaron arquitectos que respondieron consultas de familias en proceso de autoconstrucción y abogados que dieron un taller de Alfabetización Legal. Asimismo, se realizó un taller “Ladrillitos” para los niños de las familias que se acercaron.
Con un gacebo montado para llamar la atención, la jornada se complementó con una “volanteada” que realizaron voluntarios de Citi para darle difusión a las actividades en el resto del barrio. También se presentó el video de HPHA para que más familias conocieran los programas con los que se viene trabajando.
A la par de los talleres, se realizó una brigada en la que los voluntarios de Citi continuaron avanzando con la construcción de viviendas.
Este proyecto es una respuesta directa a la situación habitacional en Argentina: de los 3.5 millones de familias que necesitan una vivienda adecuada, el 33,4% habitan en viviendas precarias que pueden ser mejoradas con una ampliación, reparación o terminación.
Entre estas personas, son muchas las que ya han iniciado el proceso de construcción de sus propios hogares pero no lo han terminado, o bien son propietarios de viviendas que están en mal estado o viven con problemas de hacinamiento y no saben cómo realizar las mejoras. La mayoría de las familias trabaja con la metodología de autoconstrucción pura a medida que sus ingresos les van permitiendo avanzar. En general lo hacen en base a su propio criterio o experiencia, o consultando con algún albañil amigo. Por eso, la posibilidad de asesorarse con un arquitecto voluntario puede ser una buena oportunidad para muchos.
Por otro lado, el problema del dominio regular de la tierra es común a la gran mayoría de las familias de bajos recursos, que carecen de título de propiedad y desconocen la forma de poder legalizar su situación. En este sentido, el taller de Alfabetización Legal pretende ser una fuente de apoyo, educación y concientización.
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