14 de noviembre de 2012

Hacia un hábitat sustentable


Con motivo de celebrar el Día Mundial del Hábitat, el sábado 29 de septiembre, Hábitat para la Humanidad Argentina (HPHA) organizó en la Matanza una mesa de diálogo y reflexión sobre aprendizajes y aportes para alcanzar el hábitat sustentable.

Desde 1985, el primer lunes de octubre se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Hábitat con el propósito de llamar la atención sobre esta necesidad desesperada de vivienda adecuada para todos. Sensibilizar, promover, defender e incidir son las premisas que orientan esta acción que no pretende otra cosa que lograr que la vivienda pueda convertirse en una realidad para todos.

Con este propósito, HPHA convocó a organizaciones de vivienda para compartir diferentes puntos de vista sobre una cuestión que en nuestro país hoy afecta a más de diez millones de personas. La mesa de diálogo se realizó en el barrio Un Techo para Todos, de Ciudad Evita, La Matanza, y participaron Fundación Sagrada Familia, Fundación Pro-Vivienda Social, TECHO, la Universidad Nacional General Sarmiento, la Unión Vecinal del barrio. A partir del relato de Rita Jiménez, miembro de la Unión Vecinal, cada representante de las organizaciones presentes hizo su aporte en términos de aprendizajes para alcanzar un hábitat, un barrio, sustentable.

La mesa de diálogo se realizó en la plaza del barrio
Un Techo para Todos.

Rita contó sobre muchas de las dificultades que se sufrieron cuando el barrio recién comenzaba y rescató la importancia del aporte de cada uno en este proceso, ya que “con distintas ideas, el barrio se fue organizando y es lo que pueden ver ahora”, dijo. Celeste Fisch, coordinadora técnica del área de proyectos de la Fundación Sagrada Familia, puso en la mesa de discusión el valor del trabajo conjunto y sostuvo que, a pesar de no estar acostumbrados, es necesario comprender que “temas complejos como el problema de la vivienda y del hábitat no se resuelven solos”.  Luego tomó la palabra Raúl Zavalía Lagos, Director Ejecturivo de Fundación Pro-Vivienda Social, e hizo un aporte complementando lo dicho por Fisch al sostener que “lo que se hizo y lo que falta en este barrio va a ser liderado por los propios vecinos; ellos saben cómo hacerlo, porque  desde los que viven el problema surge la solución”. Zavalía Lagos entiende también que el trabajo articulado es el motor para que los vecinos, miembros del lugar, avancen en la búsqueda de una solución.


Rita Jiménez, miembro de la Unión Vecinal.

Celeste Fisch, Fundación Sagrada Familia

Raúl Zavalía Lagos, Fundación Pro Vivienda Social.

Por eso mismo y siguiendo en la línea de la reflexión a lo largo del diálogo, Delfina Patterson, miembro del equipo de Hábitat de TECHO, reforzó la idea de que toda “la sociedad debe involucrarse de alguna manera”, algo en lo que todos los presentes coincidieron. Luego, hizo uso de la palabra Raúl Fernández Wagner, arquitecto, docente e investigador de la Universidad General Sarmiento, que entre otras cosas remarcó la importancia y necesidad de “pensar soluciones desde la producción social del hábitat, es decir, desde las formas de construcción de ciudad desde los propios vecinos y desde la incidencia en políticas que incidan en una aplicación práctica la facilitación del acceso al suelo”. Wagner estaba haciendo alusión, claro está, a la ley que en esos días había tomado relevancia en el recinto de diputados de la Provincia de Buenos Aires.

Delfina Patterson, TECHO.

Raúl Fernández Wagner, Universidad General Sarmiento.

Ariel Sosa, HPHA.

El último en hablar en la mesa fue Ariel Sosa, líder del proyecto Desarrollo de Barrios de HPHA, que habiendo escuchado los diferentes aportes,  destacó la necesidad de reforzar el trabajo articulado primero desde la comunidad con los vecinos, las organizaciones de la sociedad civil (OSC), el sector privado (empresas) y el Estado. Luego, expresó que desde las OSC se debe asumir el rol de facilitadores del liderazgo de las comunidades, “apoyando lo que ellas piensan, crean o deciden como soluciones a sus propios problemas” y, además agregó para concluir que es “importante que las OSC mantengamos una evaluación continua, mirar lo que hicimos y redefinir hacia dónde vamos, incorporando a la comunidad para planificar con ellos nuestras nuevas acciones”.

Finalmente, para cerrar la mesa de diálogo, los presentes firmaron una declaratoria como gesto de continuar trabajando para lograr espacios de articulación que sean capaces de ofrecer propuestas innovadoras en este camino hacia el hábitat sustentable.

La declaración firmada expresa lo siguiente:

Los hoy aquí presentes celebramos esta mesa de diálogo y reflexión con motivo del Día Mundial del Hábitat, y declaramos la necesidad de soluciones innovadoras y creativas frente la problemática habitacional de nuestro país.
Reconocemos avances, pero creemos que todavía hay mucho por hacer y para ello es necesario el compromiso de toda la sociedad.
Hoy es cuando queremos construir un mundo mejor donde todos tengan un lugar adecuado donde vivir.
Somos muchos los que estamos trabajando por esta causa.


Sobre el Día Mundial del Hábitat

En diciembre de 1985, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el primer lunes de octubre como el Día Mundial del Hábitat, que reconoce la necesidad básica de vivienda adecuada. Este año, el Día Mundial del Hábitat es el 1 de octubre. Hoy, más de 1,6 mil millones de personas viven en situaciones inadecuadas de vivienda. Si no se tomara acción alguna, se espera que en los próximos 30 años este número crezca a 2 mil millones de personas. El propósito del Día Mundial del Hábitat es llamar la atención sobre esta necesidad desesperada de vivienda adecuada para todos. Al sensibilizar, promover, defender e incidir sobre el derecho universal a la vivienda, queremos alterar los sistemas que impiden el acceso a la misma, para que la vivienda pueda convertirse en una realidad para todos.

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