28 de marzo de 2008

Boletín 12: Oficina Nacional - Movilización Comunitaria

Un Intercambio Cultural de una Manera Diferente
Escrito por Silvia Kaiser – Voluntaria Alemana durante 6 meses

Este es el intento por poner seis meses de un período muy intenso de mi vida en unas pocas líneas. Es el momento en que mi familia y amigos estarán mirándome, con los ojos grandes y con signos de pregunta sobre su cabeza diciéndome ¡Vamos! ¡Cuéntanos todo sobre tu experiencia!

¿Por qué la gente decide abandonar su confortable hogar y viajar al exterior para hacer un voluntariado? En mi caso es simple. Ya con un diploma bajo el brazo, estaba dispuesta a retorcer mi cerebro para aprender español, empaparme con la cultura argentina y por último, pero no menos importante, considerar la idea de “salvar al mundo”. Entonces llegué un cuatro de abril a la Oficina Nacional de Hábitat para la Humanidad Argentina en Buenos Aires, la que también hoy es mi casa, llena de nervios y expectativas.

Desde ese entonces, trabajo con Ariel, el arquitecto, en el Área de Soluciones Habitacionales, y comparto mi oficina con dos de mis compañeras de trabajo, Aisha y Alyssa, voluntarias provenientes de Estados Unidos.

Todo lo que había aprendido en la facultad de arquitectura en mi país se dio vuelta “patas para arriba”. Con HPHA aprendí que un buen diseño para las personas con necesidades insatisfechas tiene mucho más sentido que una ostentosa animación en 3D.

El próximo paso de mi voluntariado me convirtió en “Líder de Casa” y eso me llevó para las zonas de construcción en Luján y Santa Fe. Junto con voluntarios locales e internacionales que forman Brigadas Corporativas y equipos del programa de Aldea Global, levanté paredes, cargué paneles, cavé pozos sépticos, pinté casas, hice nuevos amigos y mucho más. Todo esto de la nada, a mano. Sin utilizar ningún complejo equipamiento.

También ayudé con asuntos de la organización y oficié de traductora para las Brigadas de Aldea Global que hablaban en inglés ¡Con la esperanza de que ninguno de ellos se diera cuenta de que yo también necesitaba un traductor para mi misma!

Estando al ritmo de la ONG, llegando a conocer a las familias, ver su esperanza transformada, con el esfuerzo, en cuatro paredes de una casa, me movilizó profundamente, cambió mi manera de ver las cosas.

Aparte de la experiencia que viví, el trabajo en las zonas de construcciones me ofreció la oportunidad de investigar en materia de seguridad. Toda esa información que obtuve la pude utilizar para realizar el proyecto más grande en el que trabajé hasta ahora: un manual de seguridad de HPHA para la construcción, el cual apunta a las familias, los voluntarios y a toda la comunidad involucrada.

Luego de que todo esto sea posible gracias al apoyo de todos los miembros del equipo de HPHA, quienes no sólo me acogieron como una colega, sino también como a una amiga, me gustaría compartir este entusiasmo que siento con la gente en general. ¿Cuál puede ser la mejor forma de pasar unas vacaciones en lugar de freírse bajo el sol de España? Ayudar a construir un techo para las familias necesitadas de Sudamérica es una excelente opción. ¡Los aliento a todos a vivir una experiencia como la mía!

¿Volcar seis meses de mi vida en unas pocas líneas? ¡Imposible!
Gracias a HPHA por acompañarme ya que mi voluntariado pasó a ser una importante experiencia hecha en la Argentina. Intercambio cultural de una manera diferente.

Silvia Kaiser
Voluntaria HPHA
Si te interesa ser voluntario en HPHA no dejes de escribir a voluntarios@hpha.org.ar

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