28 de marzo de 2008

Boletín 12: Oficina Nacional - Soluciones Habitacionales

El delicado equilibrio en la planificación de nuestras ciudades

La palabra “hábitat” según la Real Academia Española es el “lugar de condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o comunidad animal o vegetal”. Esta definición nos remite a la naturaleza, a pensar en un lugar biótico u orgánico donde conviven especies ya sea plantas o animales, en armonía con el medio.

Si nos detenemos en el concepto “hábitat humano” podemos pensarlo como un conjunto de condiciones físicas y sociales que determinan la coexistencia de una población humana pero sin gozar de lo natural y del equilibrio. En este punto se puede dividir al mismo concepto de “hábitat” en dos significados paradójicos.

¿Por qué nos da la sensación de que al usar “hábitat humano” estamos diferenciándonos del “hábitat” como concepto originario y biológico de nuestra existencia en el planeta? La acción humana es lo que nos lleva a esta insalvable diferencia de conceptos. La diferencia entre lo ecológico y lo urbano, lo natural y lo “contaminado”, entre el medioambiente y lo lastimosamente contrario.

El “hábitat”, el medioambiente del cual formamos parte, nos demuestra cada vez con más violencia que seguir creyendo que nuestro “hábitat humano” es independiente del resto es un verdadero peligro. Las consecuencias devastadoras son inminentes no sólo por la incidencia destructora del hombre, sino también por su ceguera crónica en no querer reconocer ser parte del todo y no amo y señor. Somos sólo una pequeña parte del todo.

El tsunami que azotó Indonesia en el año 2004 el cual dejó un saldo de 200.000 muertos, dos millones de personas desplazadas y 370.000 viviendas destruidas o dañadas; las inundaciones en abril y mayo del 2003 en la Provincia de Santa Fe que generaron la evacuación de unas 300.000 personas, la destrucción de más de 5.000 viviendas y la muerte de decenas de personas, son dos casos de la larga lista que el planeta está confeccionando como llamado de atención al “hábitat humano”, a repensar nuestro modo de planificar nuestras ciudades y reconocer el verdadero lugar del hombre en el equilibrio natural con el planeta.

Esta es una responsabilidad comunitaria que tenemos que asumir como especie de abogar por mantener este equilibrio sin afectar nuestra existencia y la de todos lo seres que viven en “el hábitat”.

Nuestros asentamientos humanos deben comenzar a tener un trabajo comunitario e interdisciplinario entre los diversos organismos de mitigación y reducción de riesgos de desastres donde los diversos análisis y conceptos se traduzcan en respeto por mantener el equilibrio llevados a una materialización concreta de acciones sobre el planeamiento urbano. Aspectos técnicos, naturales, económicos, políticos, ecológicos, sociológicos, psicológicos y demás líneas de estudio son el mejor de los caminos para volver a los orígenes de existencia en nuestro planeta.


No debería ganarnos el simplismo humano en buscar “LA” solución a los problemas habitacionales y medioambientales, cuando estos tienen infinidad de puntos que deben ser tratados en conjunto. Los asentamientos humanos necesitan de trabajo mancomunado de los pobladores, las organizaciones civiles, el gobierno y la comunidad internacional. En este trabajo interdisciplinario se debe velar, principalmente, por mantener una equilibrada coexistencia en nuestro hábitat. Conceptos tales como la vulnerabilidad de las poblaciones en situación de pobreza, la falta de recursos para el fortalecimiento estructural y la correcta planificación de las ciudades, no pueden tratarse con un análisis solamente técnico o solamente ecológico. Otros conceptos, como la concientización de la comunidad para accionar ante un posible desastre y la necesidad de un uso y materialización de viviendas adecuadas (que no solo mejoren las condiciones de vida, sino que también ayuden a la preservación del medioambiente donde desarrollarse de manera sostenible), tampoco pueden ser tratados desde una sola materia. Deben ser analizadas desde una ACCION interdisciplinaria para lograr mantener ese “liderazgo como especie predominante” como un liderazgo inclusivo, tanto para nuestra especie como para el resto del planeta.

Ariel Alejandro Sosa
Coordinador Nacional UTN Soluciones Habitacionales y Desarrollo Sostenible

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