28 de marzo de 2008

Boletín 9: Santa Fe- De Irlanda del Norte a Santa Fe

En este último mes tuve la oportunidad de ser, junto con Nils Dickhoff (voluntario alemán de HPHA), líder local de la brigada de Aldea Global proveniente de Irlanda del Norte.
Luego de muchos preparativos, expectativas, y nerviosismo, finalmente recibimos a nuestros voluntarios. Llegaron nueve chicas y cuatro chicos, un matrimonio entre ellos, todos muy entusiasmados. En el mismo día se bajaron del avión, estuvieron unas horas en Buenos Aires, viajaron a Santa Fe y no perdieron tiempo en dirigirse al lugar de las obras.

El grupo de Irlanda del NorteCompartimos en total siete días de construcción en Recreo junto con familias beneficiarias de HPHA, vecinos y albañiles. La brigada trabajó muy duro, y siempre se mostró dispuesta a aprender nuevas tareas. Pude ver como mejoraban con el paso del tiempo, y hacia el final de la estadía todos parecían albañiles experimentados. Uno de los voluntarios que más me llamó la atención fue Christopher, un joven constructor de 21 años, que con paciencia, humildad y sencillez, ayudaba y enseñaba a sus compañeros a realizar los diferentes trabajos en la obra.

Las obras en RecreoLa Biblia dice que es más bienaventurado dar que recibir, y en el día a día de la construcción lo pude comprobar. Las familias beneficiarias nos pedían constantemente que les hiciéramos saber a los brigadistas lo agradecidos que estaban por su ayuda. Se interesaban por conocerlos, preguntaban sus nombres y cómo era su país, y siempre estaban dispuestas a compartir un mate, factura o tortas fritas. Las diferencias en el idioma no fueron una barrera para la comunicación de la solidaridad, el interés por el prójimo y el amor en acción.

Pero no todo fue trabajo... ¡También nos divertimos mucho! Al final del primer día, la oficina de Santa Fe preparó un asado bien argentino. Tuvimos música y danza nacional, y los chicos irlandeses nos cantaron canciones de su país. ¡El último día todos jugamos al fútbol, familias, albañiles, brigadistas y vecinos se sumaron para armar un plantel internacional de lujo!

La brigada de Irlanda del Norte se llevó recuerdos y vivencias increíbles. Aprendieron sobre la Argentina, sobre nuestras costumbres y tradiciones. Se fueron conscientes de la situación lamentable en la cual viven muchas de las familias pobres de nuestro país, pero también con la satisfacción de haber marcado una diferencia. En lo personal, uno de los mejores regalos de esta brigada fue ver que, independientemente de la nacionalidad de las personas, su cultura o el idioma que hablen, la satisfacción de ayudar a otros a estar mejor es igualmente hermosa para todos.

Gracias por este espacio.

Marcelo Ortelli

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